Algunos se pueden mojar, muchos son ya un objeto decorativo, otros están hechos para cinéfilos e, incluso, existen modelos que son una prolongación del móvil: es la edad de oro de las nuevas cajas inteligentes.
Todo empezó el 28 de octubre de 1956. Ese día, hace ahora 65 años, tuvo lugar la primera emisión oficial de televisión en España. La programación arrancó con un discurso inaugural de Gabriel Arias Salgado, el entonces ministro de Información, que sólo pudo seguirse en los apenas 600 televisores que había por aquellos tiempos en Madrid.
Hoy, el 98,6% de los hogares de España cuenta con al menos una tele, según el Instituto Nacional de Estadística, y en muchos hay dos, tres… En 2019, los españoles permanecieron absortos frente a la pantalla de televisión una media de 238 minutos al día, casi cuatro horas cada jornada, tal y como revela un estudio de Barlovento Comunicación. En marzo y abril de 2020, los meses más duros de la crisis sanitaria, esa media subió a casi seis horas diarias. Jamás, desde que existen datos sobre consumo televisivo en España, se habían alcanzado cifras tan estratosféricas.
Y, aunque llevan ya mucho tiempo siendo parte protagonista de salones, dormitorios y hasta cocinas, siempre han arrastrado un problema. Un problema de tipo estético. Habitualmente son aparatos con poco o ningún atractivo decorativo.
La gama Lifestyle de Samsung está liderando la revolución estética que desde hace años pedía a gritos el mundo de los televisores. Los cinco productos que componen esa línea son mucho más que un TV y destacan, además de por su calidad de imagen y sonido, por su diseño y su originalidad. Son televisores atractivos. Y cada uno de ellos ha sido ideado para un tipo de público.
CATÁLOGO DE MUSEOS Y GALERÍAS
Los amantes del arte tienen The Frame, un aparato que cuando está encendido es un gran televisor, pero que apagado se convierte en un cuadro que se mimetiza perfectamente con su entorno. Cuenta con un catálogo de más de 1.400 obras de arte de las mejores galerías, pinacotecas y museos del mundo, para que cada quien personalice The Frame a su estilo o para estrenar un cuadro o una fotografía distinta cuando se requiera. Y el marco también es intercambiable: se puede elegir en color teca, blanco o marrón, con la particularidad de que son magnéticos, lo que hace que sean muy fáciles de cambiar.